* como una luna silenciosa *

shshshshsh

(no hacen ruido las mariposas)


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Clepsidra Transversal


Dientes verdes la confinan a la noche, si cuando de noche, se estaciona entre hambrientos sobres de fastidio.

Ningún mensaje.

Se embriagará con la sangre que emana poquita y rebajada de nervaduras rotas.
No sabe nombrar.
No sabe comunicar. (Hace como que, gracias a la posesión de un fino sentido estético). Laguna mental y grabados que como piedras preciosas caen con una pequeña inscripción: no abusar del espacio. Sabe tanto!! sobre no dejarse caer que lo ha olvidado. Ha perdido los lirios de ultratumba para acompañar las fuerzas. Muere al despertar: la cintura clavada en la persiana.  Se fue acostumbrando a tirar besos al aire. Visualiza esta imagen suya, y le da risa, y un poco de pena. Un ojo pende a la vez que sus brazos y se come la imagen, y se llena y vomita todo así desintegrado y descolorido, como deben quedar las cosas perdidas. Los lirios de ultratumba para acompañar las fuerzas predicen lo negro, ocultan las predicciones.
Sabor de dormir sabiendo que alguien está andando en la misma casa, alguna que otra luz prendida, pero no hay nadie. Clamor del calor del amor y piel de bebé.
Sueña con heredar un anillo de plata significativo que dé elegancia a sus manos, que dé un poco de brillo, que oscurezca su palidez, que brinde a los dulces sueños; pero ella no puede elegir la piel que el destino le ha tomado, su herencia es una operación que no ha resultado pero sigue en su intento instigada por la sed, y sigue, sigue tocando.
Solamente él tiene el poder de desdibujarla: de rasgar su enagua puntillosa, su función de primera actriz.
***

Barcos: -¿Cómo estás?
Clepsi: -Bien, entre sorpresas color tornasolado, color clarito, color morado y tengo una línea del tiempo.
Barcos: -Y claro, si es línea es tiempo.
Clepsi: -Maldito tiempo el de la línea! Todo para estar en forma.¡Que lindo debe ser tener un papá famoso! Cuánto mérito al sentarse a mirarlo y cuando esté allí decir ´ése es mi papá´, sin el dedito así despreocupada una, y la gente te miraría de otra manera por nacer en cuna de oro y yo no tendría miedo a la oscuridad, porque la luz nunca se apagaría con un papá así al lado, que estaría siempre despierto cuando sus hijos duermen: en la tele, en las revistas, en la conversación de los que están enterados de lo ‘último de lo último’. Mi papá famoso cuidaría de quienes lo rodeamos por ser un hombre fuerte, con pelos en el pecho, alto, que ningún otro hombre puede pasar a través, entonces yo me pondría cancanes rojos y un vestido floreado para venir a verte y a vos te gustaría, vos gustarías de mí, porque además querrías entrar en mi familia encabezada por un papá famoso para también sentirte a salvo y poder quedarte siempre niño y yo sería grande aunque me haga pis encima    de sólo verte.

Barcos: -Tengo ganas de ir a buscarte, de que no estés acá
Clepsi: -Si cerrás los ojos no estoy más.
Barcos: -...de verdad.
Clepsi: -Cerremos los ojos e imaginémonos, no todo es verdad.
Barcos: -¿Y si te quiero tocar? ¿Y si quiero recibir tus contornos hasta ser un hombre vainilla, hasta amamantarme de vuelta y me nazcas?
Clepsi: -Sirena seré, de pelo laaargo hasta enredarme con él y me caigo en tus brazos, me re-cogés y empiezo a ser pájaro que vuela y vos el lugar donde anido cuando me canse de tanto andar sin poder pisar.
¿Qué ves?
Barcos: -Nada, no veo nada
Clepsi: -¿Nada ves?
Barcos: -Nada!... El que nada no se ahoga.
Clepsi: -¡A ver!, ¿Qué te gustaría ver?
Barcos: -Un cilindro de olores, agua que no se venda, semillas esparcidas por el viento y tu risa de aprendiz que recién empieza.
Clepsi: - A mi me gustan tus visiones de candado en el momento de abrirse.
Barcos: -Y vos cuando miras así sos una flor que se abre, en cambio si cierro los ojos, en la nada no hay lugar para tu aparición, ni para la sombría sombra de tu sombra, sólo manchitas que se pierden y simulan algo, pero a mi no me engañan, no son nada.

Clepsi: -¿Por qué no me callé?
Barcos: -Porque te chocarían los autos y el humo aireado de las calles… Porque no harías dos pasos sin morir en el intento… Porque las niñas no podrían andar en bici descansando en cada esquina y serían peces naranjas en su pecera… Porque el sol quema si nos exponemos a él mucho tiempo, y una hora es mucho tiempo para matar, para disparar tu cañita voladora que te lleve lejos, lejos, donde cagó un conejo.
Clepsi: -¿Por qué no me mordí la lengua, por qué no escondí la tijera, por qué nos vamos de acá para allá como imantando ayeres? ¿Por qué la piel me huele a rancio cuando hago abandono de hogar y me voy? Suficiente por hoy! Quiero consultar con la almohada y que el mañana me sorprenda. Yo no quiero volverme tan loca.
Barcos: -Yo no quiero que no estés acá de verdad, de puro estar.
Clepsi: -Mi estar no es tan puro… Estoy hecha de extensiones y permanentes de pestañas que han salido caras porque me mata la espera, ese  silencio que nunca llega pero que está; es jugar a la casita, a la escondida, ustedes a los autitos, nosotras a las muñecas, divididos pero en el medio; uno hace tantas cosas en el medio, siempre en el medio, soy la hija del medio, y basta invertir las letras de ésta palabra “medio” para que sea otra, que no quiero decir.
Barcos: -No hay que tener miedo, porque se llega a tenerlo. No hay que cortarse el pelo ni de noche ni en luna llena mujer, porque no crece.
Clepsi: -Y vos sos un reproductor, alguien incapaz de mirarse la espalda, que dice lo innombrable, lo que por más que lo digas yo no puedo no me sale, nunca vas a dejarme sola!
Barcos: -Quien recibe un nombre recibe un destino, pero no todos los nombres tienen algo para dar
Clepsi: -¿Y del destino? ¿Que hay de él?
Barcos: Ahh ...sí, ése está escrito en las líneas de las manos para los que han recibido un nombre inútil. Del destino nadie se salva, a veces escondido y apretado, pero está y es tiempo.
Clepsi: -Las manitos siempre iguales. ¿A qué vine yo acá?
Barcos: -Niña olvidadiza!!! Por amor puede uno irse
Clepsi: -En la panza de mi mamá soñaba una muerte fetal. Yo no quería nacer. Pero nadie pensó y tampoco después se hicieron cargo; a uno lo lanzan así al mundo a la buena de dios, y nosotros nos juntamos. Yo ando viendo si alguien, ALGUIEN se hace responsable, porque por ahí los padres no son los padres. Pero no, cero de dignidad. La sangre se me escapa Barcos, la sangre que me inyectaron tapándome los ojos que ni siquiera tenía, una victima de las sombras que semejan ser hombres, una deriva, una suspensión,
Barcos: -un desnudo, un tránsito, negro como una página en negro. Si tengo un hijo así se va a llamar: “Tránsito”.
Clepsi: - Como Tránsito Caseros. Mm.... pobrecito ¿Y le vas a decir vos que es pobrecito? ¿Vas a ser un buen padre? Porque siempre se habla de la madre, como si recayera sobre ella la culpa, porque se habla de culpa. Nadie piensa que un hombre y una mujer son uno en la gestación, no hay derecho a la culpa, no hay derecho, hay unión que deviene separación y ahí empieza la estirpe solitaria. Estamos tan solos, me retumba la propia voz. Creo que me estoy enfermando, me siento recaer. Tantos cambios de aire! No hay que hacer ruido Barcos, hay que volar; no hay que pisar el suelo limpio
A veces me dan ganas de escribir poesía. La poesía tienta a ser leída... Esa precisión de las formas. Se me ocurren posibles títulos para ellas “Hasta dolerme”, “Los sicarios”, “Rosario negro” “Piedra, papel, tijera” “Ojo por ojo” “Cóncavo y convexo” o simples palabras “enigma”, “maternal”. Pero todos los finales son ridículos y estropean todo ¿Es lícito crearse el propio mundo? Siempre en mi piel están ellos. Ellos son multitudes que me habitan, con quienes converso, a quienes también debo consultar, pues se equivocan si me creen dueña y señora; y no estoy segura de que sean prejuicio moral. Me duelo con lo que ya sé que me va a doler. El masoquismo es una de las formas que moldea mi verdad. La verdad cueste lo que cueste. ¡Verdad, qué natural sos! A veces levanto un gran silencio, que no es vida, es terrible este silencio que no abarca la extensión de mi cuerpo, es terrible éste silencio.
Barcos: -La línea está saturada, pero alguien llama... es un sonido ficticio, que se oye estés donde estés, a veces un llanto indescriptible pide a gritos. Solamente vos vas a escucharlo, solamente vos! y si lo contás, oídos sordos serán. Shshshsh!!! Es tuyo! No cuentes el cuento, son preferibles los pinsamientos de las despedidas a los saludos incesantes. 
Clepsi: -Nadie aparece en lugar mío.
Barcos: (piensa en voz alta) ¿Bajo qué piel estarás que no podés tocar? Tu monólogo falta tanto a la real inocencia...
Clepsi: -Esa es la falta que sigo llorando como muriendo con mis muertos, estoy impedida a crecer. Soy una ausencia, una noche. Hace frío.
Barcos: -¿Quién tu placer, tus ojos, tu hasta mañana? Pobrecita!!!... quisieras gritar que estás viva, tan viva como vos estás. Estás hecha de mediciones imposibles. No te aprietes al calor de un nuevo día, no te sacudas del alma las entregas. Estoy hecho de desechos.

***

Hombre llevando a mujer en sus brazos. Cachivaches, sonajas en las puertas molestan; no a él. No hay panza llena, ni corazón contento. Hay algo, que se somete y arriesga suspicazmente, que se dice y predice en el a priori de las ausencias. Se persigue, se deambula, se confunde el pis contaminado de remolachas con menstruación: otro hijo que no está, de ninguna manera. 



El destino de Ariadna


Cuando el ángel no alcanza a la hora del puño en el pecho. Cuando la numerología tribal no cuenta el 1, 2 y 3 y el 3 no sea el número a cantar espantando silencios de tibio naufragio. Ella supo eliminar las flores, las gracias para la novia frígida, las fiestas de consorcio en viejas ciudades de estilo antiguo. Siente el peso en los pies, previo al golpe, como dos cadenas de gasa; toda ella es tan de fieltro, de silueta esmaltada por valla a saber qué mano enemiga. No puede ser densa, de ninguna manera, como ninguna paloma de ojos naranjas; aunque pataleé marcando el paso en un mismo sitio, no puede no extenderse. Aunque se crea perversa, nada va a no salvarla. Todo es mentira ante los ojos de la que ve súper hot: las hormigas, los rostros para recortar y pegar, las calles del mundo menesteroso a orillas de la masa acuática.
Que no digan que los muros son de piedra: pueden ser atravesados por el espíritu de Ariadna. Y ella saldrá voraz como su caballero de rojo (maldita ausencia que aterra la sombra, que antes no supo para donde ir, en qué escalón sentarse ignorando sus sentidos).Ella grita para todos menos para él. Ella se cansó de no poder gritarle aunque quisiera. Su muerte no significa Teseo en casa nueva. Casa nueva no significa nada, no tener casa, nada de nada y nada es el trago egipcio y brindar por la vanidad. La de las estaciones anuales, el clan del estrago, la manta del sueño. Él se ha ido como si existieran los fines, las escisiones; quizás como queriendo convencerse de ello. Ella quiso decirle que es la suicida sin escapatoria, sin puentes, sin tierra, que es su propio fantasma.
No será difícil si llueve.
Hay de sus ojos oscurecidos por la sombra, por los fantasmas de fina entrega, todos convertidos en un falso viejo de la bolsa -en realidad más bueno que el pan-, que jamás vendrá a buscarla, que por qué no vendrá a hallarla.
Ayudarse a salir del laberinto...no hay nadie que le haga piecito, tiene la ventaja de -artificialmente-  retroceder, pero está tan viva...!!! que le duele. Ella extraña su voz (tiene ganas de hablar como sirenas en un puerto). Hay Ariadna dando el salto a otra vida más serpentina, a otra más real, más parecida a ella. La pulcritud que le adjudicó su nombre la dejo sin huellas como estacas. Cadena libre. Por primera vez no quiere oírse más decir y se va despacito se va bañada en llanto se va entre el agite del mar se va azul turquesa se va tan dolorosamente feliz se va se tiene que ir lamentablemente porque es tan justa se va porque confirmo su destino nebuloso se va y nada hay más verdadero que su destino se va  porque quiere hundirse en el mar.



diario


 cosas que envejecen:
 . el sentirse propietario 
 . el miedo cuando paraliza 
 . la demasiada ansiedad


* escribir, no describir, no transcribir *


Los símbolos sirven para protegernos, como las ropas. FOTOGRAFIAR DESNUDOS entonces


En una peli que vi (El hombre de mi vida) uno de los personajes dice que le gusta la magia porque sucede cuando no se vé. La vida es así… las flores cuando se abren o se cierran nunca las vemos en ese accionar… suceden libres, sin custodios o con el ojo de dios.
 

El terror de la naturaleza: El agua y el fuego no se pueden parar.


El gemido del llanto se parece al del amor.


Mamá tuvo un sueño loco (cada tanto los tiene). Que le decía que me había juntado. Ella me preguntaba con quien, y le decía que trabajaba en vialidad y que viajaba mucho por eso estaba con noe.

 
Y si, yo le doy peso a las palabras. Vos armas y yo desarmo pero acaso desarmar no puede ser armar? Y viceversa
Toda la poesía que hallo en vos, en tu forma de tomarme, en el frasco de tu perfume negro como un pequeño vestido negro, en tus cabellos, en tus frases nocturnas dormido “creí que había una rajadura en la pared” (la partición de un mundo), en tu cuerpo desnudo y en tu cuerpo con ropa (protegido), en tu cuaderno de viejas escrituras, en el caracol de agua rayado que se llama Enigma ¡ay! ¿que amar el misterio? cómo te amo…
Como una loba
Como una luna silenciosa
Mariposa

 
que el vaso de losa se parece a un cuenco sonando


_"Hay que ver cómo se interesa por el significado de las palabras"



María


 Primera estrella: María de Nadie.

María, no sé quién es... pero mi nombre resuena a la par del suyo, disminuido y diferencial. Su aparición devora mi centro como si fuese una diosa de algún único fuego. Indescriptiblemente la siento respirar sobre mi hombro, y su aliento es mi jadeo, y su cara mi seca; aguarda tras de mí para el halo del amor nunca padecer ausencia a costa de mi fin. Me recuerda a cuando abría una ventana y encontraba detrás un muro… Así, de igual modo  continúa ella mis pasos... aunque a veces llego a pensar que somos una - que sobre mi cabeza están pegados sus pies y sobre mis pies su cabeza-. Somos un círculo imposible de cerrar. Nos masajeamos con pisadas. Llegó tarde a un don, y se sumerge en su cantar esperando aparecer. Canta descalza. Tiene tatuada en un brazo la palabra amor como una vacuna.


La del medio: María Desatanudos.

María, ojo por ojo, ha llegado a mirarse al espejo sin temblar. Un día me dijo “el espejo te obliga a mirarte”, como una sentencia antiquísima me taconeó. Mis espejos están todos tapados, todos rotos! Ella me ha besado! Sin otra opción que la de una fe ciega en el paréntesis de mis manos, salvo las veces de cuerpo caliente donde me pregunté con rabia y anhelo: ¿Existo ventada?... La costa enamorada del río, del colibrí mamando flor. Nunca tuvo. El ser le duele con un dolor de sombras y luto para siempre. Ella con toda su juventud encima no puede entenderlo, y se la ve danzar descaradamente como si su ropaje no fuese brillo de escándalo entre la multitud descolorida. Posee el don de la palabra. Se soñó novia de un sabio repetidas veces.


Ultima estrella: Ave María.

María existe enmarcada y archivada (su fortaleza de hierro forjado se lo permite). Su aura es limpia, su fuerza no está en la violencia de la palabra, no sabe cuál es su don ni si de haberlo habrá. María llora sangre y su llanto salpica el vidrio que la captura. Un ojo extraviado lo esparcirá por la tierra que filtra mis pasos... Y seré toda roja, como una boca pintada de mí. Ella, María, virgen y santa, oscura y niña, indiferente de pertenecer a si misma. No sabe que es escrita con alambre.


Las tres Marías

María Desatanudos: Huele a pecho dilatado el ansia del amontonamiento. Esto ya es incesto sin horror. ¿Y el amor?
María de Nadie: No alcanza. Amar es entregarse al otro sin entereza, persiguiendo siempre posibles oscuridades sin respiro, donde los cuerpos sudan su ensimismamiento y riegan la tierra con sus lágrimas. Y me caeré de prisa en otro cielo, igual al mío, al nuestro. Nos iremos con las otras que somos a soportar la siesta en otro lado, a despertar sin necesidad de desear un buen día, y los cuerpos serán uno con su máscara: no tendremos que fingir sonrisa y charla. Muñecas mellizas sin ojos. Muñeca sin brazos, ella la otra cara tuya: espantándose de sí misma. Ella igual a mi, la que sufrió la telaraña debajo de su cama mientras dormía. Y las dos nos olvidamos la ropa íntima al mudar cada-parte-que-corresponde a otros aires; esa rara coincidencia nos hermana más allá de los nombres. 
M D: Que son personas
(M d N hace un gesto de fealdad)
Ave María: dos personalidades?
M D: Qué personalidad!!
A M: El tiene miedo de vivir. No sabe que el miedo es defensa, clave impulso vital, espasmo y taquicardia y hueco y aventura y moda. La moda en tus manos! Tendría tanto para decirme!...
M D: En ésta casa suceden milagros: un embarazo, un árbol que florece en plena nieve, y para rendir culto a semejante hecho le cantamos (se disponen las tres, en ronda y saltando)  Dios te salve María, llena eres de gracia...

(Luego del canto y la danza y días después)

M d N: Él se volvió cada vez más mujeriego. El embarazo los tiene mal... dicen que fue un milagro.
A M: Es cuestión de gustos.
M d N: No doy más. Me miro al espejo, desdentada y prófuga, y sólo puedo rogar que él hable de mi cuando ya no esté.
A M: ¿Quién es él?
M D: El espejo… Hay pobre... (susurrando a Ave María) ¡No da más!
A M: (dirigiéndose al oído de M. d N) Pisar a Dios, pisar al esposo, caminar para atrás ¿Quién no se ha atrevido? Mi sexo me condena, mi mujer. Mírala a ella ¿Quién podría pensar que es capaz de escribir semejantes cosas? Me quedé atónita la primera vez por el desdoblamiento de su persona, porque una pudiese andar por la vida con cierto nombre o cierto sexo pero tener escondido otro, y sin embargo no ser una farsante. La admiré, fui una tonta. Me mostró que podía ser como ella en ése sentido, que tenía las condiciones; en cuanto a las sensaciones efectuadas, que es una mezcla entre estar lejos de aquí y tener los pies en la tierra y en cuanto al origen que es nuestra naturaleza… pero a ésto no me lo dijo ella… y los efectos son siempre incontrolables
me basta recordar unos ojos como fuente de infinita entereza para revivir como una flor regada en el exacto momento en que lo estaba necesitando.

M d N: – ¿Pero cuál es la madre de la madre suprema? Pensás sólo en los que creen que existimos divididas, que nuestro nombre no es uno, simplemente María. María nuestra naturaleza está en nuestras manos de magia
M D: – “Mi duelo se ha convertido en danza”.
A la muñeca se le cayó un brazo. Necesita de ésos signos para que su muerte no lo sea del todo, y se engaña la pobre de un modo...
A M: (a M d N) ¿Estás despierta?
M d N: Estoy de ojos abiertos
A M: Quién es él, una vez más
M d N: Sólo sé que no es el mago, y todo lo que es… me hace encantadora
M D: Ah pero si no es el mago papafrita!
A M: como si acaso lo hubiera…
M d N: la causa de mi desvelo
M D: (por lo bajo y como para sí) De su velo querrá decir!... (con voz fuerte!)
Me voy chicas! Deseo un viaje. Juego a que voy a un lugar desconocido. Llegaré a las 7:20 hs. y nadie habrá esperándome. Sola, sola conmigo no me voy a perder. Ahora estoy sola en el fondo, en lo hondo… hacia donde no me animo a correr. Voy a buscarme allí. Chau Chicas! Que la pasen lindo! No me extrañen! (sale)
A M: (dirigiéndose a M d N) Vos necesitas a alguien que te saque de la costumbre. Tu claridad es de pocos, de locos…
M d N: vos no entendés, a mí me gusta que me regalen flores. La extrañamos hace tanto tiempo… no sabe lo que es estar a la moda, ni vos, ni yo! Claro ¿Quién se queda y quién se va? Yo ésta noche me quedo con mi papel amarillo de alas de mariposa, me pinto las uñas de negro mientras otros cambian mis palabras, nunca faltan los que estudian cómo decorar ambientes, tan preocupados están! No tolero! No tolero ciertas risas escondedoras!!
A M: Solés ser tan animal con vestidito azulado! demasiada acidez la tuya para ciertos gustos…y  hay matices 
M d N: los hay como no ¿y? hablo de donde no hay. Es lugar donde todo está en su lugar porque nunca podría ser de otra forma
A M: es cierto, esos que se adueñan… ¿Qué hacés?
M d N: nada, me miro el esmalte de mis uñas, me quito las imperfecciones, la pintura del dedo, mientras malditamente espero, luego de haberme confundido escuchando a otros. Ay! ésta imagen mía me exaspera, pero no hay otra, momentáneamente. Vos ya te fuiste. Estás caminando con frases oblicuas y un cigarrillo encendido
A M: Chau puentes! Chau hormigas! Chau espejos! No nos alejemos de nuestras manos  
“hay que saber rescatarse y reconstruir intuitivamente el lugar para dios”